Café

¿Sabías que Colombia es el tercer país productor de café? A finales de 2019, la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) informó que Colombia es el mayor productor mundial de café Arábica, con la ventaja de que cuenta con diferentes ecosistemas, altitud y climas. La mayoría de personas cree que donde nace todo el café del mundo es en Colombia, aunque Brasil y Vietnam tienen los dos primeros puestos. Sin embargo, las prácticas de cultivo también son importantes. Ahí entran nuestros caficultores a jugar un rol fundamental en la producción del café de alta calidad. Al cultivar un café de especialidad, los productores tienen diferentes procesos y variables por considerar como la forma en la que siembre, se recoge, la forma y el tiempo en el que se tuesta… Así, los productores colombianos pueden aumentar sus ganancias gracias a la calidad, no a la cantidad, de su producto. En las regiones cafetaleras más antiguas del país, algunas prácticas agrícolas aún se transmiten de una generación a otra. La producción y el procesamiento del café especial es una mezcla de innovaciones técnicas y de la preservación de la cultura tradicional. El café colombiano describe la vida y el origen de su gente: alrededor de un café siempre estará una familia, unos amigos y cientos de historias por contar. Un “tinto” es lo que reúne todas las tradiciones colombianas, un espacio para compartir una taza llena de magia y amor. El papel del café en Colombia ha cambiado: pasó de ser un cultivo que colonizó el territorio para convertirse en líder global. Los caficultores colombianos son personas con fuertes valores arraigados como el trabajo honesto, el esfuerzo y la dedicación permanente, una gran cultura de la calidad y estrecho vínculo entre tradición familiar y el mundo moderno. Estos valores están presentes desde el personaje de Juan Valdez hasta cada habitante de la zona cafetera que ha jugado un papel importante en el dinamismo de la región. Las familias caficultoras están unidas por sus principios de participación democrática, solidaridad, compromiso, búsqueda del bien común y desarrollo sostenible; conforman un capital social y un modelo de paz para Colombia. Tanto la comunidad como la Federación Nacional de Cafeteros busca mejores formas de inclusión en la actividad cafetera, se trata de gente 100% dedicada a transmitir lo mejor de sí mismos. Por eso, en nuestra casa dignificamos la labor del campo. En tu visita por el centro histórico de la ciudad, disfruta de un café de origen con nosotros, con tu compra apoyamos el comercio justo y local.